sábado, 3 de enero de 2015

Los derechos humanos, a un siglo de la I Guerra Mundial

MSc Daniel Eduardo Rodríguez Franco

Contexto histórico
La tarde del 28 de junio de 1919, gran parte de la humanidad observaba con esperanza como los distintos representantes de los países “Aliados”[1] y por otro lado las “Potencias Centrales[2]”, se reunían en una misma mesa en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles; fotografía ésta, muy poco creíble dentro del imaginario de los pueblos beligerantes; sin embargo, varios factores condujeron a ese hecho histórico que marcaría el fin de la Gran Guerra o Guerra de Europa para concepto de los Americanos.
Ese trascendental cónclave, a la luz de la historia y aún bajo profundas discusiones ideológicas, fue un escenario para demostrar el músculo de las nuevas potencias que resultaban victoriosas de cuatro sangrientos años de guerra[3]; a pesar de ello, y partiendo de la posición psicológica de que los errores son positivos y los hechos acaecidos en el pasado no pueden ser reparados o transformados, sólo constituyen aprendizajes. Se asume que el Tratado de Versalles de 1919, constituyó un tratado de paz necesario para el momento histórico que se vivía, quizás con muchos detractores, especialmente alemanes, pero que contó con el beneplácito de las mayorías.
El Tratado de Versalles, impulsado especialmente por el Presidente estadounidense Thomas Woodrow Wilson, dentro de su política exterior intervencionista y neutral, llevó a la palestra pública la necesidad de crear un organismo cuasi supranacional, que se constituyera en un escenario para deliberar de forma diplomática las diferencias entre naciones y evitar la ocurrencia de una nueva guerra mundial; la propuesta, hecha realidad se cimentó sobre los principios y preceptos expuestos en el Tratado que se firmaba. Lógicamente, el espíritu en su redacción fue la paz, justicia y tranquilidad para todos, de allí cualquier investigador podría hacer una identificación de los orígenes, escritos y teorizados a una escala mundial y de tal alcance, de los derechos humanos.

Formación de la Sociedad de las Naciones
Esa instancia de revisión diplomática mundial, inexistente hasta ese momento (siglo XX), recibió el nombre de la Sociedad de las Naciones, con todo un andamiaje jurídico, organizacional y funcional, que años más tarde daría paso a la hoy Organización de las Naciones Unidas.
La función de la Sociedad de las Naciones, fue establecer las bases y lineamientos esenciales para la paz y la reorganización de las relaciones internacionales, indiscutiblemente destrozadas por la guerra. Para ello debió inspirarse en los preceptos del Tratado de Versalles, que más allá de establecer acaloradas discusiones sobre las arbitrariedades en cuanto a sanciones y expansión de nuevos imperios, ese Tratado registró y visibilizó determinados derechos humanos de forma frontal, haciendo un llamado a la nueva reestructuración mundial en la importancia de garantizar, respetar y vigilar ciertas condiciones básicas aplicadas para todos los humanos.

Los derechos humanos en la primera parte del siglo XX
Temas como la independencia política y compromisos a garantizar y fortalecer la integridad territorial expresada en el Art.10 del Tratado de Versalles, el derecho a la paz y a una vida sin guerras en su Art.11 y especialmente en su Art. 22, cuando expresa que violaciones como la esclavitud, el tráfico de armas, los abusos de poder en cuanto a la libertad de conciencia y de religión o las prácticas de sometimiento y entrenamiento militar a  los indígenas; son muestras de lo que posteriormente identificaremos como el derecho a la autodeterminación de los pueblos, los derechos civiles y políticos y los derechos de poblaciones vulnerables, más recientemente.
Se hace más patente esa postura al revisar el Art. 23, donde se recoge parte de los derechos al trabajo digno, con salarios justo y condiciones de respeto a la integridad humana, resaltando la prohibición del trabajo infantil, las limitaciones del trabajo juvenil y las condiciones de igualdad para el trabajo de la mujer, como también se llama a la cooperación y posición activa de todas las naciones firmantes, en vigilar el cumplimiento de estos derechos en su territorio y se insta a crear organizaciones internacionales especializadas en estos temas.
De igual forma, se plantea el derechos a la salud para todas y todos, compromiso de gran valor para un mundo que se levantaba después de una guerra que dejaba aproximadamente nueve millones de muertos, producto de las acciones bélicas directas y colaterales.

Los derechos humanos en la segunda parte del siglo XX
Si bien es cierto, que los derechos humanos  es tema de todas y todos, sin importar condiciones culturales, religiosas, ideológicas, económicas, sexuales, entre otras; la historia nos ha enseñado que nuestros antecesores han hecho esfuerzos no tan generosos y justos, siempre el factor del poder y la política los han inspirado a limitar, cercenar y ajustar los derechos humanos según criterios etnocentristas, radicales y coyunturales.
Empero, es innegable que los derechos humanos han venido en una evolución y ampliación constante, producto del sacrificio y luchas de las masas, de allí que posterior a la segunda Guerra Mundial acaecida entre 1939-1945, se genera nuevamente un reacomodo de la Sociedad de las Naciones a una organización un poca más justa y equitativa, que todavía en los inicios del siglo XXI enfrenta duras críticas y se ve obligada a dinamizarse y evolucionar para no perecer.
Pasos importantes fue la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, que fue más allá que el Tratado de Versalles que se centró en  colocar mayor preponderancia a las sanciones alemanas que derivarían en la toma de nuevos imperios sobre los caídos; pero se dio un paso, criticable o mejorable. Lo cierto es, que ello forma parte de la evolución, del crecimiento, de la búsqueda de soluciones que se producen, lamentablemente, después de duras crisis como la I y II Guerra Mundial.
 Aún el camino es largo y ancho, los derechos humanos no se han conquistado de forma igual para todos y todas y la sombra de la política y el poder imperial para manejarlos persiste en el planeta azul; no fue, es o será fácil la conquista plena. Pero el siglo XXI vino marcado por la emancipación que ha generado el mundo tecnológico y la era del conocimiento, que despierta cada día a más personas que observan y reconstruyen la concepción de los derechos humanos desde el sur al norte y desde el este al oeste.
Ochenta y seis años después de la primera guerra mundial, con todas las condiciones culturales, de conocimiento, religiosas, entre otras, que nos separan; se concluye que los derechos humanos estuvieron allí, en la idea en el compromiso, en el mundo diplomático, pero no llegaron a los hombres, mujeres, niños, ancianos y enfermos. Justificaciones, quizás puedan existir, pero hoy luego de cruzar la primera década del siglo del conocimiento y la tecnología,  ¿cuánto de esa realidad ha cambiado?, ¿cuánto hemos hecho por hacer los derecho humanos de los humanos?, ¿cuánto se sigue sometiendo a los pueblos del mundo en nombre de los derecho humanos, la sublime arma de la inteligencia política?
Las reflexiones, las experiencias, las luchas, las investigaciones con enfoques distintos, quizás nos acerquen  a una respuesta; es por tal razón, el momento de ir más allá, de ver sobre lo evidente y pensar en las motivaciones de los líderes mundiales, regionales y nacionales, es la hora de la autorevisión y no esperar una crisis, de las que hemos vivido, para hacer justo lo justo y poder acercarnos a una convivencia de paz real, sustentable y sostenible, como lo identificarían los tecnócratas de la era del conocimiento.


FUENTES
·         Instituto Iberoamericano de Derecho Comparado. El Tratado de Versalles de 1919 y sus antecedentes. Madrid-1920.
·         Sociedad de Naciones. Pacto de la Sociedad de Naciones, Versalles 28 de junio de 1919.




[1] Aliados, compuesto por Francia, África Occidental Francesa, Marruecos Francés, Reino Unido, Australia Canadá, India Británica, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Terranova, Imperio Ruso, Reino de Italia, Libia Italiana, Estados Unidos, Bélgica, Imperio del Japón, Grecia, Reino de Montenegro, Rumania, Reino de Serbia, República Portuguesa, entre otros.
[2] Potencias Centrales, compuesto por Imperio Austrohúngaro, Imperio Alemán, Imperio Colonial Alemán,  Imperio Otomano, Reino de Bulgaria, entre otros.
[3] La I Guerra Mundial oficialmente tiene su inicio el 28 de julio de 1914, con el asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria y tiene su fin técnico el 11 de noviembre de 1918.

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